RSS
Ver las 1001 películas del libro "1001 películas que debes ver antes de morir" y hacer un pequeño post sobre cada una. Puedes seguir mis progresos en esta lista

#10. La carreta fantasma / Körkarlen (1921)


Ficha técnica: IMDB Wikipedia  Filmaffinity
Vistas: 72
Restantes: 929
Vista en: 2008.
Lugar: En casa.


Este artículo forma parte de una serie de monográficos sobre los Orígenes del Cine. Pueden ver la primera parte en este enlace y la anterior en este otro.

Orígenes IX: Otras cinematografías

Tras explorar los inicios del cine en Francia y América, nos centramos ahora en el nacimiento del nuevo arte en otros países que tendrán gran relevancia en el futuro cinmatográfico.

Italia

Tras una fase inicial poblada de las clásicas llegadas de trenes, autos religiosos y escenas fantásticas, el cine italiano se empezó decantar rápidamente por la epopeya histórica. En 1904 Filoteo Alberini i Santonia funda la productora S.A. Cines y produce la espectacular cinta La presa di Roma (1905) con cañones y personal procedente del Ministerio de la Guerra. El éxito de la película animó a la industria a seguir por el camino de las grandes recreaciones históricas. Así aparecen Los últimos días de Pompeya (Gli ultimi giorni di Pompeii, 1908), Marcantonio e Cleopatra (1913), Espartaco (Spartacus, 1913), etc. Todas ellas plagadas de extras y con monumentales decorados. El punto álgido llegó en 1912 con la producción de Quo Vadis (1912). Con sus dos horas de duración,  supuso el primer largometraje de esas proporciones a nivel mundial. Los distribuidores americanos, en un principio muy cautos con el producto, se vieron desbordados por la increíble acogida de la película. Desde ese momento la producción mundial estuvo decididamente orientada hacia el largometraje. En Italia las películas fueron cada vez más fastuosas y extraían sus temas de la rica Historia itálica: desde el Imperio Romano al Renacimiento o la Reunificación italiana. 

Imagen de Quo Vadis (1912)

Pero, sin duda, la película más representativa de este periodo es Cabiria (1914), una superproducción en toda regla sobre la Roma del siglo III A.C. con grandes batallas navales y los elefantes de Aníbal. Todo ello con el añadido de unos elaborados intertítulos supuestamente elaborados por el poeta italiano Gabriele D'Annunzio. El éxito fue brutal y su impacto resonó en todas los escalones del joven arte. El propio Giffith se inspiró en ella para el episodio babilónico de Intolerancia (Intolerance, 1916).


Junto a este cine apoteósico se producen también alguna películas menores de corte realista. La más importante sería la, ya perdida, Perdidos en las tinieblas (Sperduti nel buio, 1916), que a través de un melodrama sobre un conde y su pobre amante hace una crítica a la diferencia de clases.

Finalmente el cine italiano acabó pagando sus excesos y se hundió sin remedio tras la Primera Guerra Mundial y no volvería a levantar cabeza hasta el final de la Segunda.

Dinamarca

El cine danés nació haciendo pequeñas crónicas de la vida de la familia real. Ole Olsen, personaje curioso que había sido marino y acróbata entre otras cosas, fue uno de los primeros exhibidores del país, proyectando películas en las barracas de feria. Pronto la gran demanda le llevó a fundar en 1906 la primera productora del país,  la Nordisk Film Kompagni.
La sensual Asta Nielsen

Las primeras producciones danesas fueron un  reflejo de la sociedad de la época. A principios del siglo XX, Copenhague estaba en plena revolución sexual. Las mujeres desafiaban abiertamente a los círculos conservadores fumando, vistiendo con ropa masculina y disfrutando de cierta libertad sexual. Esta actitud se vería reflejada en la gran pantalla dando lugar a un serie de películas con una gran carga erótica (para la época). Esto llevó a la creación de un arquetipo que más tarde se exportaría a Hollywood: la femme fatale. Sin duda, la más importante de ellas sería Asta Nielsen que se consagraría con Hacia el abismo (Afgrunden, 1911). Esta película,  que puede considerarse como un claro ejemplo del cine danés de la época,  trata de una chica que abandona a su novio por un artista de circo por el que siente una intensa atracción. El trágico y moralizante final también es una de las caractisticas del cine nórdico. Sin embargo, a pesar de la enorme popularidad de estos melodramas subidos de tono, el cine danés entró en decadencia durante la Primera Guerra Mundial que obstaculizó la distribución fuera de sus fronteras, la principal fuente de ingresos.


Entre los directores más importantes del periodo podemos destacar a Benjamin Christensen y Carl Theodore Dreyer. Ambos, junto a Asta Nielsen, emigrarían a America tras la debacle del cine danés. Tendremos ocasión de hablar de ellos más adelante.

Suecia

La primera productora sueca nació en 1907. Se llamó A.B. Svenka Biografteatern y al igual que en el caso danés comenzó realizando crónicas de la familia real. Pronto, no obstante,  empezó a producir obras de gran calidad inspiradas sobre todo en la gran tradición literaria y teatral suecas. Así muchas de las primeras cintas son adaptaciones literarias.

Pero lo que diferenció desde un primer momento al cine sueco fue, si  duda, la utilización de los elementos naturales y su efecto en la psicología de los personajes. En el titulo inaugural de esta tendencia, Los proscritos (Berg-Ejvind och hans hustru, 1918), los protagonistas huyen de una sociedad que les repudia y empiezan a vivir en las montañas haciendo frente a los elementos. El film culmina con una escena de gran dramatismo donde los personajes se enfrentan a una tormenta de nieve. El éxito fue fulgurante y los críticos franceses llegaron a decir que era el film más bonito del mundo.

Los Proscritos

Ese interés por el ambiente y su efecto psicológico también se puede observar en la película que da título a este post. La carreta fantasma (Körkalen, 1921) cuenta la historia de un hombre que tras su muerte es testigo de todo el mal que ha hecho a sus seres queridos. La cinta hace uso de toda una serie de recursos técnicos para dotarla de un ambiente inquietante y lóbrego. La película trata de acercarnos al drama interior de los personajes mediante el uso de una narración subjetiva y casi poética.


Su director fue Victor Sjörström, uno de los personajes claves del cine sueco que acabó emigrando a EEUU donde no consiguió repetir el éxito logrado en su país. Algo que sí logró una chica llamada Greta Lovisa Gustavsson que tras el éxito de la película La leyenda de Gosta Berling (Gösta Berlings saga, 1924), adoptaría el nombre de Greta Garbo. La Garbo abriría el camino de otras actrices suecas que triunfarían en Hollywood como Ingrid Bergman o Annika Ekberg.

Rusia

El cine del Imperio Ruso fue principalmente un cine invadido por las potencias extranjeras, principalmente por las productoras francesas Lumieres, Gaumount y Pathé. De hecho las primeras películas rodadas en suelo ruso fueron producidas por extranjeros.

En un intento de desarrollar un cine puramente ruso, Drankov realiza en 1908 el drama histórico Sten'ka Razin (1908), basado en un bandolero popular. El film tuvo un muy considerable éxito,  sin embargo, la producción de películas rusas realizadas por rusos no vería continuidad y sólo conocería obras puntuales como La Defensa de Sevastopol (Oborona Sevastopolya, 1911), un drama histórico sobre las guerras napoleónicas subvencionado por el gobierno zarista.


Finalmente la Revolución de 1917 acabaría con este tipo de cine.

Alemania

La primera proyección cinematográfica en Alemania se produjo en el Jardín de Invierno de Berlín el 1 de noviembre de 1895, casi dos meses antes de la histórica sesión de los hermanos Lumières. Ello fue gracias a otros dos hermanos, Max y Emil Skladanowsky, y a su aparatoso Bioskop. Durante la primera década del siglo XX, las películas se exhibían como atracciones de feria para la clase trabajadora. Los temas sobre los que se filmaba eran los mismos que en otras latitudes: documentales de actualidad, comedietas y breves melodramas.

Henny Porten
Hacia 1907, sin embargo, el cine alemán entró en crisis ya que la novedad se había disipado entre el público. En un intento de atraer espectadores se intentó elevar la calidad de las películas recurriendo a la adaptación de obras literarias. Siendo la más destacable El estudiante de Praga (Der student von Prag, 1913) basado en un relato de Edgar Allan Poe. Por otro lado, al igual que en Francia, se recurrió a los seriales para fidelizar al público. Ello trajo consigo la elevación de sus intérpretes a la categoría de estrellas inaugurando el starsystem germano. En ese sentido nadie atraía más pasiones como las actrices Henny Porten y Asta Nielsen (que había emigrado desde Dinamarca).


El embargo comercial impuesto por Francia durante la Primera Guerra Mundial hizo que fuera imposible seguir importando películas extranjeras, lo que dejaba un mercado con una gran avidez de demanda. Todo ello condujo a la ironía de que, siendo la más perjudicada por la guerra, fuera la única  nación europea cuya producción fílmica se incrementó enormemente tras el conflicto; dando lugar a una de los movimientos más influyentes en la Historia del cine: el expresionismo – del que hablaremos próximamente.

Reino Unido

El primer equipo de proyección británico lo desarrolló Robert William Paul en 1894 tomando el kinetoscópio de Edison como base. El cine del Reino Unido de los primeros años se caracteriza por las innovaciones técnicas.  Todo gracias a un grupo de realizadores que más tarde se denominó “la escuela de Brighton”.

Por un lado descubrieron el uso primitivo del montaje en las escenas de acción. Así por ejemplo en Stop Thief! (1901) se muestra la caza a un ladrón en tres planos (recordemos que por la misma época Méliès resolvía las persecuciones dando vueltas en círculo al escenario. También es el montaje la gran atracción de Marriage by motor (1903), donde las acción se alterna entre el punto de vista de los perseguidos y los perseguidores.


El juego con la lente también da pie a películas muy ingeniosas como The Big Swallow (1901) donde un hombre se come literalmente la cámara. Toda esta desbordante imaginación se pone además al servicio de historias cómicas muy británicas como Explosion of a Motor Car (1900), donde un policía asiste inmutable a la explosión de un auto mientras toma nota diligentemente de lo miembros perdidos por sus ocupantes o An interesting story (1905) donde un hombre es planchado por un rodillo compresor para ser nuevamente “inflado” por un viandante – efecto que luego se repetiría hasta la saciedad en el futuro.

Desgraciadamente toda esta inventiva se diluyó a finales de la primera década del siglo XX con la llegada de los largometrajes. Al tener el 80% de la cuota de pantalla invadida por Hollywood, los productores prefirieron “asegurar el tiro” con adaptación literarias bien conocidas pero desprovistas de la originalidad y la innovación que había caracterizado hasta entonces el cine británico. Salvo notables excepciones la calidad de este cine no mejoraría hasta la década de los 40.

Extras

Fuentes


- Historia del Cine. Román Gubern. Editorial Lumen. 2003
- Historial General del Cine. Volumen III. Europa (1908-1918). Editorial Cátedra. Signo e Imagen

0 comentarios:

Publicar un comentario

 
Copyright 2009 1001 películas y un destino. All rights reserved.
Free WordPress Themes Presented by EZwpthemes.
Bloggerized by Miss Dothy