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Ver las 1001 películas del libro "1001 películas que debes ver antes de morir" y hacer un pequeño post sobre cada una. Puedes seguir mis progresos en esta lista

#421. ¿Teléfono rojo?, volamos hacia Moscú / Dr. Strangelove or: How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb (1964)


Ficha técnica: IMDB Wikipedia  Filmaffinity
Vistas: 45
Restantes: 956
Días: 11 meses y 15 días
Vista en: 21 de Febrero de 2011.
Lugar: Cinema 2000 (Retroback).


"Gentlemen, you can't fight in here! This is the War Room. /
Cabelleros, no deben pelearse aquí! Esto es la Sala de Guerra"

Bueno, pues el Retroback 2011 terminó y debo decir que estuvo muy bien. El público llenó las salas y en algún caso las entradas se habían agotados semanas atrás. Sin embargo, la organizacíon debería empezar a innovar un poquito a estas alturas. Es el tercer año y no se ven cambios significativos desde la primera edición (es más este año hasta retiraron el bono). Especialmente enervante es el caso del Cinema 2000 que tras tres años todavía no consigue que las películas salgan bien a la primera. En el caso de Matar a un ruiseñor estuvieron cinco minutos moviendo la imagen hasta que se ajustó. ¿Por que no la prueban antes? Eso da mala imagen a un festival. Bueno, no me extiendo más y vamos con la película de hoy:
El general  Jack D. Ripper, obsesionado con una conspiración comunista para contaminar nuestros "preciosos fluidos corporales" a través de la fluorización del agua, ordena por su cuenta un ataque aéreo nuclear contra Rusia.

En el Pentágono, los altos jefes militares junto al presidente, el embajador ruso y un extraño individuo en silla de ruedas intentan hacer regresar a los aviones.

Entretanto, el Mayor T. J. "King" Kong, piloto de uno de los bombarderos movilizados, sombrero de cowboy en mano, está dispuesto a cumplir con su misión a cualquier precio...
La película es completamente hilarante. Una parodia desquiciante de la Guerra Fría y del terror nuclear. Los absurdos se suceden sin que nadie en su paranoia parezca darse cuenta. Los perfectamente trazados planes de contingencias parecen de pronto estar llenos de incongruencias y ser completamente inoperacionales.

Pero lejos de ser una película completamente absurda, gran parte de su comicidad reside en lo terriblemente plausibles que parecen algunos de los razonamientos militares y políticos. Sobre todo en la época de la guerra fría cuando más de la mitad de los militares de Rusia y América estaban ansiosos por darle al botón. La misma existencia del plan R, surgido de una disputa política y que le da poder a cualquier alto mando de iniciar un ataque nuclear es un completo absurdo pero es difícil descartar completamente que no pudiera ocurrir.

Y es que el eje central de la película es que todos los planes están tan pensados para disuadir al oponente de atacar que no se plantean lo que ocurriría si estos se pusieran en marcha. La Máquina del Día del Juicio es un perfecto ejemplo de ello.

Al parecer, muchos de los diálogos que se dicen en el film fueron improvisados. Por ejemplo, la desternillante escena del Dr Strangelove luchando con su mano fue, según se dice, creada por el propio Peter Seller sobre la marcha y rodada en una sola toma.

Aparte de eso, Seller hace un trabajo espectacular en los tres papeles que tiene. Todos ellos tienen escenas legendarias: el capitán Mandrake con la cabina telefónica, el Presidente con las llamadas al presidente ruso y la ya mencionada escena del Dr. Strangelove.

Otro personaje memorable es el Major T. J. "King" Kong (Slim Pickens). En un principio iba a ser el cuarto personaje de Sellers hasta que éste se lesionó y le era imposible entrar en la cabina del avión. Sin embargo, la interpretación de Pickens con el sombrero y el acento tejano son hilarantes. Su escena cabalgando la bomba es ya un clásico del cine.

Una película muy recomendable para pasar un rato divertido y que es la demostración de que la expresión "inteligencia militar" es un oxímoron.

#388. Matar a un ruiseñor / To kill a mockingbird (1962)


Ficha técnica: IMDB Wikipedia  Filmaffinity
Vistas: 44
Restantes: 957
Días: 11 meses y 12 días
Vista en: 20 de Febrero de 2011.
Lugar: Cinema 2000 (Retroback).



"Jean Louise. Jean Louise, stand up. Your father's passing. /
Jean Louise. Jean Louise, levántate. Tu padre está pasando." 

Empezamos aquí un ciclo dedicado al Festival de Cine Clásico de Granada Retroback 2011 que se está celebrando actualmente y que de nuevo está teniendo un notable éxito de público. Si vives en Granada todavía estás a tiempo de ver alguna de las muchas películas que proyentan por toda la ciudad. Y después de este preambulo puclicitario desinteresando vamos con la película de hoy:

Scout y Jem son dos niños (una chica y un chico) que viven con su padre Atticus (Gregory Peck) en un pequeño pueblecito de Alabama en los años 30. Como no puede ser de otra forma, los chicos se pasan el verano en la calle jugando y metiéndose en líos. Su pasatiempo favorito es retarse a acercarse a la casa de su particular "hombre del saco".

Entretanto, Atticus, que es abogado, acepta defender a un hombre de color acusado de violar y apalear a una mujer. Esta decisión le pondrá en el punto de mira de los familiares y amigos de la víctima que le amenazarán con violencia. A través de este episodio los niños aprenderán sobre el racismo y avanzarán hacia la madurez dejando atrás la inocencia.

La primera hora de película parece una reposición de los Cinco de Enid Blyton. Prácticamente se centra sólo en los chicos y sus aventuras infantiles. Aunque puedan resultar entretenidas y sirvan para familiarizarse con los chavales, la gran extensión de esta parte resulta algo pesada.

La historia del padre apenas se toca hasta la víspera del juicio. Llegados a ese punto, yo ya me estaba preguntando qué era lo que hacía tan especial a esta película. Nada hace presagiar el giro dramático que toma la historia justo en ese momento.

La escena del juicio es excepcionalmente emotiva. Una de las mejores escenas de juicios que se hayan visto en el cine. Y es que el que todos se nieguen a ver lo que para el espectador es flagrante, hace que te hierva la sangre. Las interpretaciones de Colin Wilcox como la víctima y de Brock Peters como el acusado son perfectas y la imagen final con el "pasillo" que le hacen a Gregory Peck es impecable.

Respecto a este último, hay que decir que hace un gran papel como impecable gentleman: atento, educado, con inquebrantables principios morales. Un auténtico boy-scout. La interpretación le valió un Oscar, aunque personalmente echo de menos algo de conflicto interno. El personaje parece tener siempre la respuesta correcta para todo y no dudar en nada (salvo durante un breve instante en la última escena). Pero supongo que eso es culpa del personaje y no del actor.

En cambio, el personaje de la niña me encantó. Es vivaz y pendenciera, odia los vestidos y le encanta jugar en el barro. Aún así es despierta, inteligente y responsable. Es un personaje completamente alejado del estereotipo hollywoodiense. La interpretación de Mary Badham le valió una nominación al Óscar (perdió frente a otra niña).

Finalmente, terminamos con algunas curiosidades. Phillip Alford, que hace de Jem, no estaba interesado en la película hasta que le informaron de que tendría que perderse clases.

El mockingbird del título original es una especie del pájaro del Nuevo Mundo que no existe en Europa. Por eso, en la traducción se cambió por un ruiseñor, otro pájaro cantor mayormente inofensivo con lo que se mantenía el sentido del refrán americano.

#59. M, el vampiro de Düsseldorf / M - Eine Stadt sucht einen Mörder (1931)


Ficha técnica: IMDB Wikipedia  Filmaffinity
Vistas: 43
Restantes: 958
Días: 11 meses y 10 días
Vista en: Enero de 2011.
Lugar: Filmoteca de Andalucía (Granada).

 
En una conocida ciudad alemana un asesino de niños anda suelto. Mientras el pánico se extiende entre la población y la prensa sensacionalista alienta el miedo y el caos, la policía dedica todos sus recursos a la captura del asesino. En el proceso cierra varios negocios de dudosa reputación y arresta a varios conocidos delincuentes. Ante el acoso inédito que están recibiendo, los jefes de las principales bandas de malhechores y gentes de mal vivir deciden asociarse y organizar su propia caza al asesino...

El nombre de la película en español procede del mote de Peter Kürten, un asesino en serie de los años veinte que según algunas fuentes inspiró la historia. Sin embargo, el director Fritz Lang siempre lo negó y además aunque el nombre de la ciudad nunca se mencione en la película todas las pistas indican que se trata de Berlín y no de Düsseldorf.

La película está plagada de escenas memorables pero yo me referiré especialmente a dos de ellas: curiosamente la primera y la última.

En la primera escena observamos a una mujer mientras se prepara para la llegada de su hija del colegio. Prepara la comida, pone la lavadora y de vez en cuando echa una ojeada al reloj de pared. A medida que el tiempo pasa y la niña no aparece, vemos que su preocupación va en aumento y ésta se convierte en desesperación cuando pregunta inútilmente por ella a los vecinos y compañeros de colegio. La escena está muy bien rodada y pone al espectador en un estado emocional propicio para entender lo que se desata a continuación: la paranoia social. Una sociedad al borde de la psicosis enfrentada contra sí misma en la que nadie está a salvo de ser acusado y condenado por una turba enardecida. 

La última escena es sorprendente si pensamos que es del año 1931. Uno puede pensar que cuando surgió el cine sonoro los primeros diálogos serían muy básicos y faltos de profundidad. Sin embargo, aquí asistimos a uno de los mejores debates jamás vistos en el cine.

Alejada de la corrección política la película se atreve a argumentar que un psicópata-asesino puede no ser responsable de sus actos y debe ser considerado como un enfermo mental y no como un asesino. En el otro lado está el dolor de los familiares de las víctimas y la irracionalidad de la masa, exacerbada por el hecho que estas víctimas sean niños.

Y todo este debate se produce en el más improbable de los escenarios. En una parodia de juicio con el jurado más inesperado y con un borracho erigido en hábil abogado defensor.

Sin duda, una película clásica imprescindible.

#237. La Reina de África / The African Queen (1951)


Ficha técnica: IMDB Wikipedia  Filmaffinity
Vistas: 42
Restantes: 959
Días: 11 meses y 8 días
Vista en: Febrero de 2010.
Lugar: Retrobak 2010 (Granada).

 
Hoy le toca el turno a un clásico del cine de aventuras.

Rose Sayer (Katherine Herburn) es una misionera británica que, junto a su hermano Samuel, lleva una aldea en la Deutsch-Ostafrika (la colonia alemana que ocupa los que ahora es Tanzania). Las únicas noticias que le llegan del exterior las trae Charlie Allnut (Humphrey Bogart) que se encarga de repartir el correo en la zona gracias a su vetusta barcaza "La Reina de África", la única que es capaz de navegar los bajíos del río. El rudo y un tanto asilvestrado Charlie parece ser siempre una presencia incómoda para los educados y cultivados Sayers; pero no tanto como las noticias que trae sobre el transcurso del Primera Guerra Mundial.

Un día los alemanes atacan el poblado y Rose se ve obligada a huir con Charlie en la Reina de África. Cuando los dos se ponen a discutir sus opciones, Charlie comenta que no pueden descender el rio porque los alemanes mantienen un cañonero patrullando el lago el Konigin Louisa y propone navegar contra corriente hasta la colonia británica. Sin embargo, Rose está dispuesta a hacer un gran servicio a su país, eliminado uno de los barcos insignia del enemigo contando tan sólo con una vieja bañera y un malhumorado canadiense...

Uno de las razones de que la película funcione tan bien es que los actores hacen los papeles que le son más naturales. Katherine Herburn es una mujer independiente, de profundas convicciones morales y Bogart es un truhán descreído y malhablado que le gusta el whisky y la libertad que le proporciona su barca "La reina de África". Del conflicto entre estos dos personajes es de donde parte la magia de esta película. Un conflicto que se transluce sobre todo en los brillantes e ingeniosos diálogos.

Los diálogos suelen comenzar invariablemente con Charlie comentando alguno de los peligros mortales a los que se enfrentan, ante el cual Rose, en parte por inconsciencia, en parte por sentido del deber, permanece impasible y desdeña cualquier posibilidad de abandono por semejante nimiedad. Rose es el verdadero motor de la aventura. Sus férreos principios patrióticos unidos a su ingenuidad la empujan siempre hacia adelante despreciando cualquier amenaza. Las discusiones dialécticas siempre las acaba perdiendo Charlie, la eterna voz de la razón. En primer lugar porque si no la película no podría progresar pero sobre todo porque Charlie se siente atraído por Rose, quizás porque Rose, con su gran dignidad y convicciones, representa todo lo que él no podrá llegar a ser. Por su parte Rose también se empieza a sentir atraída por Charlie y su estilo de vida ligado a la Naturaleza y alejado de las convenciones sociales. Y la química que surge entre ellos es uno de los puntos álgidos de la película resultando un alegato en favor del viejo adagio de que "los opuestos se atraen".

Y todo ello unido a la inolvidable fotografía de Jack Cardiff con esa África de fondo tan hermosa y a la vez tan amenazadora. Un África salvaje, virginal y sensual. Un África que quizás se parezca más a la visión romántica de las novelas de aventuras y los relatos de la exploración blanca que al África real; pero que ofrece siempre un marco único para el romance y la épica.

En definitiva, uno de esos clásicos que todo el mundo debería ver al menos una vez en la vida.

 
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