Vistas: 24
Restantes: 977
Días: 63
Vista en: Martes, 9 de Febrero de 2010.
Lugar: Retrobak 2010 (Cinema 2000).
"Hello everybody. This is Mrs. Norman Maine./
Hola a todos. Soy la señora de Noman Maine"
Seguimos con la semana musical. La película no la conocía antes del festival. Fui a verla meramente porque estaba en la lista.
Trata de un actor (interpretado por James Mason), cuyos días de gloria parecen estar pasando debido a su problema con la bebida. En unas de sus borracheras está a punto de echar abajo un espectáculo teatral al que estaba invitado. Una de las chicas del escenario (Judy Garland) salva la situación haciendo aparentando que todo formaba parte del escenario. Como agradecimiento, el actor la invita a cenar.
Más tarde tiene ocasión de escuchar a escondidas a la chica cantando con su grupo. Asombrado ante su talento, decide usar su prestigio para darle una oportunidad en el mundo del cine.
La película tarda en arrancar. Empieza como una comedia romántica ligera, llena de equívocos y desencuentros, cuando los dos protagonistas se encuentran y se empiezan a conocer. Él desaparece, ella cree que la ha dejado plantada, etc. Parece entretenida pero no excepcional. Nada parece presagiar la potencia dramática que va ganado progresivamente.
A medida que el alcoholismo del protagonista se va acentuando, este empieza a no asumir que el foco ha pasado de él a su chica. Es a partir de ese momento cuando los dos actores protagonistas dan muestras de un talento excepcional. Él con una colosal escena durante una entrega de premios y ella como sufrida esposa que pese a todo sigue amándole.
Las escenas musicales son bastantes escasas (escasas respecto a West Side Story, al menos) y se centran casi exclusivamente en Judy Garland. Sin embargo, en contra a lo que ocurre en la mayoría de musicales de Hollywood, estás escenas están perfectamente hilvanadas con la historia. Del tal forma, que suelen pertenecer a espectáculos o representaciones dentro de la propia película (no es sólo que a algún personaje se le vaya la cabeza y empiece a dar botes sin razón alguna). Las canciones no son muy remarcables pero entretienen bastante y nos permiten disfrutan de la maravillosa voz de esta mujer. Mención aparte merece "The Man that got away" (precisamente la canción que el protagonista escucha a escondidas al principio), una hermosa melodía que de hecho ganó el Oscar a la mejor canción.
La última frase de Judy Garland es la puntilla definitiva a esta gran película. Salí con el corazón en un puño.
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