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Ver las 1001 películas del libro "1001 películas que debes ver antes de morir" y hacer un pequeño post sobre cada una. Puedes seguir mis progresos en esta lista

#3. El Nacimiento de una Nación / The Birth of a Nation (1915)


Ficha técnica: IMDB Wikipedia  Filmaffinity
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Restantes: 934
Vista en: 2008.
Lugar: En casa.

Este artículo forma parte de una serie de monográficos sobre los Orígenes del Cine. Pueden ver la primera parte en este enlace y la anterior en este otro. Si sólo te interesa la parte dedicada a Griffith, sáltate el primer apartado.

Orígenes IV: Un trust para dominarlos a todos
Griffith I: El nacimiento de un arte


La guerra de patentes en Estados Unidos terminó en 1908 cuando las principales compañías cinematográficas (Edison, Biograph, Vitagraph, Essanay, Selig, Lubin, Kalem, la Star Film de Méliès y American Pathé) acordaron reunir las principales patentes que hacían posible el cine y fundar la Motion Pictures Patents Company para protegerlas. En la práctica se traducía en controlar de forma tiránica toda la industria cinematográfica desde la venta de material a la exhibición. Así, los vendedores de cámaras debían pagar $5 a la semana, los productores de películas, medio centavo por pie de película, los distribuidores debían hacerse con una licencia que costaba $5.000 anuales y, finalmente, los exhibidores debían pagar $2 dólares a la semana por usar los proyectores. Además, gracias a un acuerdo con Eastman-Kodak, el principal proveedor de película virgen de América, solos los miembros del trust podían adquirir película virgen.

La MPPC, unidos por la ambición y la codicia
Para asegurar que todas las licencias eran rigurosamente abonadas, un equipo de detectives se encargaba de descubrir a posibles infractores. Cuando alguno era localizado, un segundo equipo de abogados se encargaba de que el sujeto desistiera de su actitud bajo la amenaza de numerosas demandas judiciales. Si la justicia no colaboraba con suficiente celeridad o el infractor no se arredraba, un tercer equipo de individuos con menos estudios pero con más contactos con la mafia, se encargaban de terminar con el problema.

Aunque la MPPC no aspiraba en principio a controlar por completo el negocio del cine, su intención era ponérselo tan difícil a quien quisiera producir películas de forma independiente, que éste terminara por abandonar.  En el negocio de la distribución además la MPCC fundó la General Film Company con la intención de expulsar a las compañías rivales. Y en un principio tuvo bastante éxito. De las aproximadamente 70 distribuidoras que existían en todo el país en 1908, sólo una no acabó abandonando o uniéndose a la General. Volveremos sobre ella en el siguiente capítulo.

A pesar de todo, la MPPC consiguió algunas cosas positivas en el medio. La principal es que “nacionalizó” la industria. Hasta ese momento las películas se distribuían regionalmente y los derechos de exhibición eran negociados estado por estado. Con la aparición de la General Film, las películas empezaron a distribuirse por todo el país. Por otro lado estandarizó la comercialización de las cintas sustituyendo el sistema de venta por el de alquiler. Esto permitía a los exhibidores ahorrar costes y a los distribuidores controlar la calidad del material que se proyectaba (evitando que se proyectaran películas que llevaban años apartadas en un almacén). 

Además se instauró un sistema denominado “run-zone-clerance” que posteriormente adaptarían las grandes productoras de Hollywood. El sistema consistía en dividir el mercado de exhibición en varias zonas. Unas eran zonas de estreno y otras eran zonas de re-estreno. Una película se exhibía primero en una “zona de estreno” durante un intervalo de tiempo. A continuación, se dejaba pasar un tiempo (clearance) y se re-estrenaba en una “zona de re-estreno” a un precio menor. Así, los espectadores sabían que si no querían rascarse el bolsillo y pagar los altos precios de los cines del centro para ver la película del momento, iba a pasar mucho tiempo hasta que pudieran verla en los cines de su barrio a un precio más popular.

Los lujosos cines de principios del s. XX
Pero la codicia de los miembros del trust les hizo perder de vista la evolución del mercado que en estos años estaba creciendo de forma imparable. Los espectadores, una vez pasado el efecto de la novedad del cinematógrafo, demandaban historias cada vez más elaboradas y complejas. Sin embargo, Edison y compañía eran reacios a desarrollar complicados y costosos largometrajes y seguían estancados en la producción de cortos simplones de un rollo (unos 15 min.). La tacañería también les hacía eludir la promoción de estrellas individuales que les hubiera obligado a desembolsar grandes salarios a sus actores.

Con el tiempo la MPPC fue perdiendo poder debido a que a la oposición de un grupo de aguerridos “independientes” que no se dejaron arredrar por la extorsión y las estrategias oligopólicas del trust. Un grupo de valientes “con un espíritu a prueba de ardides y curtidos en los sinsabores de la emigración” que supieron interpretar la demanda del mercado y que desarrollaron estrategias comerciales que duran hasta nuestros días. Ellos se convertirían en los padres de Hollywood y sus historias darían para un buen biopic. Pero eso lo dejaremos para nuestro siguiente especial. Ahora toca hablar del así llamado “padre del cine”.

D.W. Griffith: Orígenes y primeras películas

 

D.W. Griffith
David Wark Griffith nació en Crestwood (Kentucky) el 22 de Enero de 1875 en una familia sudista arruinada. Su padre había combatido con los Confederados y David se crio con historias sobre la Guerra Civil. Cuando su padre murió con diez años, tuvo que ayudar a su madre trabajando en una librería. El trabajo le despertó una pasión por la literatura que con el tiempo le llevó a actuar en obras de teatro. Tras algún tiempo, consiguió ganar cierta notabilidad actuando en obras muy populares.  Además de actuar, el joven D.W. escribió varias obras de teatro, aunque sólo consiguió vender una. A fool and a girl, un melodrama sobre unos inmigrantes jornaleros de California, se estrenó en otoño de 1907 pero fue un fracaso debido a su pobre calidad.


Desencantado con el teatro, Griffith intentó vender su nueva obra, una adaptación de la Tosca de Sardou, a Edwin S. Porter (el director artístico de Edison que ya conocimos en la segunda parte). Edwin no le compró la obra pero le contrató para protagonizar un corto titulado Rescued from an Eagle’s Nest (1907) por el que cobró $5 diarios.


Completado el trabajo, volvió a intentar vender su obra a la Biograph. Éstos tampoco la quisieron pero volvieron a contratarle como actor. En ese momento la compañía estaba pasando por una mala épodiv ca. Su director principal Wallace McCutcheon estaba más de salud y su ritmo de producción había bajado y, además, sus películas atraían escaso interés entre el público. Por otro lado, la batalla judicial con Edison (que duraba 10 años) había dejado a la productora en números rojos. Intentando cambiar dinámica, los directivos ofrecieron a Griffith el puesto Wallace y éste, aunque reacio, acabó aceptando.

Su primer corto fue The Adventures of Dolly (1908). Un melodrama en la línea de Rescued from an Eagle’s Nest.  Se estrenó en Julio y fue un gran éxito. Griffith siguió produciendo a un ritmo de 2 o 3 cortos de un rollo por semana. Tras la fundación de la MPPC, sus películas se empezaron a distribuir por todo el país y el director consiguió granjearse una enorme popularidad.


Griffith no sólo daba al público lo que quería ver; sino que además utilizaba novedosos recursos fílmicos para hacer sus películas más interesantes.  En After Many Years (1908) alternó los planos de un hombre en una isla desierta con los de su esposa que lo esperaba en casa. Los directivos de la Biograph, al verla, creyeron que el público no lo entendería pero Griffith respondió que si Dickens lo hacía, él también podía hacerlo.  Ésta técnica también se aprecia  en A Drunkard's Reformation (1909) donde los planos de una obra de teatro se alternan con los del público que está viendo la obra.


La técnica del montaje alterno llega a su máxima expresión en The lonely villa (1909). En ella una familia es asaltada por unos maleantes mientras el padre acude al rescate usando todos los medios a su alcance. El montaje alterno entre la familia amenazada y el equipo de rescate en intervalos cada vez más cortos conforme se acerca el clímax hace que la tensión del espectador vaya en aumento. Este recurso, denomnado Griffith’s last minute rescue , tuvo tanto éxito que muchos directores lo copiaron y, con distintas variaciones, es la base del cine de acción de hoy en día.


En A corner in wheat (1909) el montaje alterno se usa en cambio como contraste social entre la clase obrera y los magnates del cereal. Este tipo de recursos sería explotado más adelante por el cine social ruso.

Su pasado teatral además le sirvió para ser un gran director de actores. Le enseñó a actuar sin aspavientos y descubrió a numerosas estrellas como las hermanas Lillian y Dorty Gish, Mack Sennet o Mae Marsh. Pero la principal fue un canadiense llamada Gladys Marie Smith que actuaba con el nombre de Mary Pickford. Pronto esta chica de cara aniñada y rizos rubios se convertiría en “la novia de América”. Uno de los melodramas más conseguidos de Griffith de esta época estuvo protagonizado por ella: As it is in life (1910).


Con el tiempo, D.W., empezó a hacer obras más extensas de dos rollos: His trust (1911), Enoch Arden (1911), The lonedale operator (1911),… Para mantener el interés de las mismas empezó a alternar planos dentro de una misma escena. Así la cámara ya estaba inmóvil durante una conversación, por ejemplo; sino que se alternaban primeros planos del rostro de los actores de esa forma los espectadores no se aburrían. En The Massacre (1912) alterna planos generales de una batalla con planos medios y americanos de los contendientes.


Finalmente Griffith se lanza a la realización de extensos y elaborados largometrajes: The Mothering Heart (1913), Primitive Man (1913), Judith of Bethulia (1913) y The Battle of Elderburg Gulch (1913). Todos ellos, excepto el primero, ostentosos dramas históricos con numerosos extras y carísimos decorados. El coste de estos films y la amenaza de Griffith de querer seguir por esa línea horrorizaron a los conservadores directivos de la Biograph que le liberaron de su contrato.

D.W. Griffith: El Nacimiento de una Nación


Harry Aitken
Griffith firmó un nuevo contrato con al productor Harry Aitken de la Mutual Film Corporation, una de las independientes. Para ellos produjo sus siguientes cuatro largometrajes: The Battle of Sexes (1913), un melodrama con un triángulo amoroso  como eje central, The Escape (1913), un drama social, Home Sweet Home (1914), un biopic sobre un famoso actor teatral y The Avenging Concience (1914) inspirada en un relato de Edgar Allan Poe. Tras estas películas que son despachadas con rapidez, Griffith se encuentra preparado para afrontar por fin la gran obra que lleva tiempo queriendo rodar: El nacimiento de una nación (1915).

 Griffith había quedado fascinado con la lectura de un libro llamado The Clansman. Se trataba de una narración racista e idealizada del origen del Ku Kux Klan. Rápidamente empezó a escribir una adaptación de la obra al cine y convenció a Harry Aitken para comprar los derechos (que costaron unos $110.000, una cifra disparatad para la época). La dimensiones del proyecto hicieron que la Mutual se retirara de la producción quedándose sólo con los derechos de distribución. Para reunir el dinero necesario DW y Harry pidieron financiación a varios banqueros amigos suyos y fundaron una compañía nueva: Epoch Producing Corporation.

Las proporciones de la producción fueron descomunales. Para empezar la película  llegaba casi a las 4 horas (tras el montaje se redujo a 3), constaba de 1544 planos, participaron unas 18.000 personas y 3.000 caballos. Llegó a construirse un hospital sólo para atender los accidentes de rodaje. En el momento de su estreno un ticket para la película costó nada menos que $2, una cantidad muy elevada en comparación con el precio de otras producciones. Sin embargo, la película tuvo un éxito desproporcionado rompiendo records presentes y futuros. Se cree que el montante total de la recaudación todavía no ha sido superado por ninguna película en los 100 años que llevamos desde su estreno.

Parte de este éxito se debió a la tremenda polémica que despertó en todo el país por su más que patente racismo- exagerado incluso para la época. La película trata el periodo histórico de la  Guerra Civil y la posterior Reconstrucción desde el punto de vista de dos familias de clase alta: los Stoneman en el Norte y los Cameron en el Sur. Durante la primera parte ambas familias presentan buenas relaciones y algunos de los hijos mantienen relaciones amorosas con las hijas de la parte contraria. Cuando la guerra estalla ambas familias caen en bandos opuestos y tienen que enfrentarse en el campo de batalla.

A lo largo de la película Griffith hace uso de todas las técnicas y recursos que ya había usado en sus cortos. Para las escenas de batalla alterno los planos generales con los planos medios de los soldados en las trincheras desarrollando un estilo de cine épico que mete al espectador en el fragor de la batalla. Además no le importa alternar la acción entre los distintos espacios o temporales. Así, cuando uno de los combatientes cae en el frente vemos a continuación a la familia recibiendo la noticia para volver una vez más a la batalla.

Escena de una de las batallas

Otra escena memorable es la recreación del asesinato de Abraham Lincoln (con un joven Roul Walsh haciendo de John Wilkes Booth). En esta escena Griffith hace uso de los cachés. Esta técnica consiste en oscurecer una parte de la pantalla para atraer la atención del público sobre una zona. Con ello consigue que el público sepa posicionar en todo momento a asesino y víctima. Esta técnica acabaría por desaparecer con la llegada del cine sonoro.

Abraham Linclon

Y, como no, también hizo uso del recurso del last minute rescue varias veces con gran dramatismo como en la escena en la que la familia está siendo asaltada por regimiento de “negros enloquecidos” (sí, ya lo sé) para ser rescatados en el último momento por la caballería. ¡Cuántas veces se repetirá esa escena en la historia del cine!

Mae Marsh
Los actores (los blancos claro) también hacen una gran interpretación aunque a  sus personajes les hace falta algo de profundidad. Muy interesante en especial es el trabajo de Mae Marsh como la pequeña de los Cameron. Su escena durante el regreso del mayor de los Cameron (Henry B. Walthall) del frente en muy emotiva. Lillian Gish (que hace de la hija norteña), genial en otras películas, se encuentra aquí más desdibujada.

Todo esto hace que la película resulte tremendamente entretenida, incluso para los estándares actuales. Y que las 3 horas se pasen volando. Eso sí, hace falta mucho estómago para superar la última hora. Donde las ciudades del sur son gobernadas por hordas de negros (en realidad blancos pobremente pintados) que acosan y asaltan a indefensas mujeres blancas y arrasan las mansiones de los asustados sureños. Gracias a Dios el noble Ku Kux Klan viene a poner orden y restaurar el orden a tanto desmán (como dije, hace falta mucha fuerza de voluntad para ver esta parte hasta el final).

El KKK en acción

Pero fantasías xenófobas aparte, lo cierto es que El Nacimiento de una Nación es posiblemente la obra más conseguida de Griffith. En ella el director desarrolla un estilo de narración puramente cinematográfico. Se puede decir sin miedo que Griffith fundó el cine como arte independiente. Un arte que ya no es “teatro filmado” sino que, bebiendo de la tradición anterior, tiene su propia narrativa y su propia forma de contar historias.


Fuentes

- Historia del Cine. Román Gubern. Editorial Lumen. 2003
- Historial General del Cine. Volumen II. EE.UU. (1908-1915). Editorial Cátedra. Signo e Imagen

#799. Delitos y Faltas / Crimes and Misdemeanors (1989)


Ficha técnica: IMDB Wikipedia  Filmaffinity
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Restantes: 935
Vista en: 2014.
Lugar: En casa.


WOODY ALLEN VI. Triunfos y fracasos.
(quinta parte) 

DELITOS Y FALTAS (1989)

 

Judah (Martin Landau), un oftalmólogo judío, matiene una relación secreta con Dolores (Anjelica Houston). Ésta esta locamente enamorada de él y presiona a Judah con que rompa con su mujer. Cuando Dolores amenaza con contárselo ella misma, Judah comprende que la situación es insostenible... Por otro lado, Cliff (Woody Allen) es un director de documentales que está haciendo un documental sobre su engreído cuñado. En el proceso conoce a Halley (Mia Farrow) de la que se enamora.

El guion se escribió durante un viaje que Allen hizo con Mia y los críos por toda Europa. Woody lo escribió en las hojas de notas de hoteles desde Estocolmo hasta Roma o Venecia. Sin embargo, este primer guion tenía poco que ver con el resultado final que podemos ver en la película. Originariamente la historia se llamaba “Brothers” y hacía referencia a las tres parejas de hermanos aparecen en la cinta: Judah y Jack, el rabino y Lester, y Cliff (Allen) y su hermana. El título junto con las tres cuartas partes del guion se cambiaron en la sala de montaje tras rodar muchas de las escenas varias veces.

El resultado es una película echa de jirones. La escena de la hermana hablando de su extraña experiencia con una cita pretendía ser parte de una trama donde Wendy buscaba inútilmente el amor de su vida entre citas poco recomendables. También la relación fraternal entre el rabino y Lester, así como la enfermedad ocular del primero, pretendíam ser más centrales que anecdóticas . Por otro lado la relación entre los personajes de Mia y Allen era mucho más enrevesada ya que la primera estaba casada.

Woody y Mia, ¡oh aquellos años!

Tras los cambios la historia queda un poco caótica, se apuntalan cosas pero sin llegar a profundizar en ninguna. Según Allen el nexo de unión es la contraposición entre la visión que tienen los demás de alguien y cómo se ve cada individuo a sí mismo. A la vista de la película, esta explicación parece un tanto forzada o echa a posteriori para justificar la unión de tramas tan diversas.

De lo que queda, la parte más sólida es la de Judah, curiosamente la que menos cambios sufrió. La idea de partida es que lo que promulgan las religiones (en este caso la judía) de que Dios vigila cada movimiento es completamente falso. Según Allen, si alguien comete algo horrible y puede vivir con ello, nadie puede castigarte (salvo que te pillen, claro). Uno es el artífice de su propia moral y su propia conciencia la única a la debemos rendir cuentas. Martin Landau, que hasta entonces había sido principalmente un actor de reparto, demuestra su verdadero talento como actor al dar vida a la lucha interior de su personaje. Por otro lado, Anjelica Huston, que aparece por primera vez en un peli de Woody Allen, hace un gran trabajo como amante desquiciada.

Dolores y Judah

La otra trama, la implica a Woody y Mia, resulta simpática y divertida pero está muy por debajo de la anterior. No obstante presenta algunos momentos hilarantes como la exhibición del documental sobre Lester donde se le compara con Mussolini.

La película supuso un taquillazo recaudando unos 40 millones de dólares en todo el mundo. Sin embargo, el alto coste de rehacer la mayor parte de las escenas  disminuyó significativamente los beneficios.  Estuvo nominada a tres Óscar (guión, director y actor de reparto para Landau) pero no se llevó ninguno.


ALICE (1990)


La vigésima película de Woody Allen trata de una mujer de la Alta Sociedad neoyorquina que vive rodeada de lujo y con un marido y unos hijos encantadores. Tras asistir a la consulta de un médico tradicional chino, sin embargo, se dará cuenta de lo vacía que es su vida. Gracias a la ayuda de las extrañas pociones de éste, empezará a ver con otros ojos su  propia existencia y la de los que la rodean.

Alice

Como dice el propio Woody Allen, “Alice es la versión cómica de Otra Mujer”. En ambas, la protagonista da un giro a su vida gracias a la ayuda de un agente externo (Mia en la segunda, el médico chino en la primera). Sin embargo, Alice resulta más ligera gracias a los gags cómicos y a la estupenda actuación de Mia Farrow que demuestra aquí la gran variedad de registros de la que dispone. Por ejemplo, en una memorable escena pasa en un solo plano de “mosquita muerta” a una sensual vampiresa. El personaje de Alice, además recuerda en ciertos momentos a una versión femenina de del propio Allen: habla muy rápido cuando se pone nervioso, mueve mucho las manos, es hipocondriaco,… Sin duda, Mia hace su mejor actuación de las trece películas que hizo con el director.


La película no lo hizo bien en taquilla aunque recibió una nominación al Óscar (guión).

#4. Les Vampires (1915)


Ficha técnica: IMDB Wikipedia  Filmaffinity
Vistas: 65
Restantes: 936
Vista en: 1 de Mayo de 2014.
Lugar: -


Este artículo forma parte de una serie de monográficos sobre los Orígenes del Cine. Pueden ver la primera parte en este enlace y la segunda en este otro.

Orígenes III: Los seriales y los inicios de una industria

No sólo en América el negocio empezaba a despuntar, en Francia, tras los usos recreativos de los Lumière y Méliès, la industria cinematográfica empezaba a cobrar formar gracias a dos empresarios con visión: Charles Pathé y Gaumont.

Charles Pathé
El primero nació en una familia pobre de (al menos) cuatro hermanos. Durante su infancia tuvo que trabajar unas quince o dieciocho horas al día para salir adelante. Harto de tanta miseria, Charles decide embarcarse en un barco de emigrantes armenios rumbo al continente americano. De allí sólo sacaría más ruina y la fiebre amarilla. Un día en una feria de Vincennes descubrió el fonógrafo de Edison y eso le cambió la vida. Comprendiendo un gran negocio en cuanto lo vio, Charles compró uno de esos aparatos y empezó a viajar de feria en feria mostrando el invento. En poco tiempo, consiguió lo suficiente para fundar la Pathé Frères, una empresa que se dedicaba a la producción de materiales fonográficos.

Siguiendo su buen instinto, en cuanto supo del aparato de los Lumière, encargó uno y expandió su negocio a la producción de películas. Entre las muchas iniciativas empresariales que impulsó se encontraba la producción de un diario de actualidad (precursor de nuestro NO-DO) llamado Pathé Journal. Cuando no se disponían de imágenes de algún evento, éste se recreaba en estudio. Estas noticias luego eran exportadas a operadores en otros países convirtiéndose una de las primeras agencias de noticias en imágenes. En poco tiempo Pathè se convirtió es una poderosa compañía.

Léon Gaumont
Su gran rival fue Léon Gaumont, un ingeniero que empezó su carrera vendiendo aparatos fotográficos. Al igual que Pathé, Gaumont vio rápidamente el negocio que se podía extraer del cinematógrafo (él fue uno de los asistentes a la histórica primera sesión de los Lumière). Inicialmente se dedicó a la venta de aparatos como había hecho con las cámaras de fotos; pero en poco tiempo comprendió que el verdadero negocio estaba en el desarrollo de películas.

Alice Guy
Gaumont encargó la responsabilidad de la parte artística en su secretaria Alice Guy, que se convertiría así en la primera directora de cine de la Historia. Alice fue una de las primeras en desarrollar historias a partir de imágenes y se la considera una pionera en el cine narrativo. Desgraciadamente su producción se encuentra casi olvidada aunque existe un proyecto  ahora mismo para recuperar su legado.

Pathé y Gaumont expandieron su negocio por toda Europa y abrieron sucursales en EEUU (llegando a formar parte del trust de Edison, como ya hemos visto), convirtiendo el cine en una de las industrias más florecientes de Francia en esa época.

Retrato de una época


Respecto a la parte artística, el cine francés de estos años gira en torno a dos grandes figuras: Louis Feuillade de la Gamount y Ferdinand Zecca de Pathé. Ambos desarrollaron los mismos temas y géneros y ambos hicieron progresar en gran medida el joven arte.

Ferdinand Zecca
Zecca empezó su carrera como actor en las películas de Pathé. Uno de sus primeros trabajos fue El mudo melómano (Le muet mélomane, 1899) donde encarnaba a un mudo que respondía a un juez haciendo sonar una corneta (uno de los primeros intentos con el sonido sincronizado). Pronto se convirtió en el realizador jefe de la casa y empezó produciendo películas paisajistas como los Lumière o de tinte fantástico como las de Méliès. De estas últimas son El amante de la luna (L'amant de la lune, 1905) y Un idilio en el túnel (Une idylle sous un tunnel, 1904).

Pero su tendencia realista le llevó en poco tiempo a los dramas sociales. En una de sus obras más significativas, Historia de un crimen (Histoire d'un crime, 1901), se muestra a un delincuente cometiendo un asesinato durante un robo. Éste es posteriormente detenido y ejecutado. Este film es notable por varios aspectos. El primero es el hecho de que la historia se articule sobre un primigenio guion. El segundo es la escena donde el reo recuerda su vida a modo de flashback en la celda. Esta escena se creó con la técnica denominada “reserva” y que se trata de tapar una parte del fotograma durante el rodaje de las escena general para a continuación rodar la nueva escena sobre la misma película. Por último, la última escena donde se muestra al preso siendo guillotinado fue censurada por considerarse demasiado realista.


Tras el éxito de esta obra, Zecca siguió realizando dramones al estilo de los folletines del siglo XIX. Así, tenemos La Huelga (La grève, 1904), Las víctimas del alcoholismo (Les victimes de l'alcoolisme, 1904), Vida de un jugador (La Vie d'un joueur, 1903). Pero quizás su obra más significativa fue Vida, Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo (La Vie et la passion de Jésus Christ, 1903).


Louis Feuillade
Por su parte Louis Feuillade, que sustituía a Alice Guy al frente de Gaumont, siguió inicialmente la misma estela que Zecca con el drama social. Produjo una serie de historias bajo el título común de La vie telle qu’elle es (La vida tal como es) que venían a ser un catálogo de las lacras sociales de la época. A ésta etapa pertenecen títulos como Las víboras (Les vipères, 1911), La tara (La tare, 1911), La media de lana (La bas de laine, 1911), etc.

Sin embargo, quizás debido al carácter excesivamente moralista de las películas, éstas no tuvieron mucho éxito. Así que, a petición de Gaumont, decide orientar su producción hacia una moda que está prendiendo con fuerza: el serial.

Los seriales


Los seriales habían comenzado en EEUU como una forma de habituar al público a ir al cine. La mayoría de ellos presentaban escenas de acción donde el héroe debía rescatar a una doncella que había sido secuestrada por un malvado villano y puesta en una situación de peligro. Para asegurarse de que la gente volvería la semana siguiente muchos capítulos terminaban con el protagonista colgando de un precipicio o en alguna otra situación apurada (de ahí el término inglés “cliffhanger”). Como es evidente, de aquí vienen buena parte de los clichés que asociamos al cine de acción y aventuras (y la base de la mayoría de series de televisión).

Los seriales fueron un auténtico bombazo y convirtieron a sus protagonistas en las primeras estrellas del cine. Es el caso de Perl White, la protagonista de la celebérrima “The perils of Pauline”, producida por la sucursal americana de Pathé. La serie convirtió a Perl en una suerte de Lara Croft  que cada semana se enfrentaba a terribles situaciones de vida o muerte frente a una plétora de malvados villanos tales como piratas, indios, etc. Después de Pauline, Perl hizo muchos otros seriales de parecido pelaje ganándose el nombre de “La reina del serial”. Cabe  destacar que, a pesar de su status de estrella incontestable, Perl realizaba todas las escenas de acción ella misma, llegando a lesionarse permanentemente la espalda en una de ellas.



De vuelta a Francia, Louis Feuillade produjo la serie Fantômas (1913) que lanzó al estrellato a su protagonista, Réné Navarre. A continuación, el director filmó la obra que nos ocupa en este post: Les Vampires (1915-16). La serie consta de 10 capítulos de distinta longitud y gira alrededor de un periodista, Philip, que investiga las fechorías de una malvada organización criminal conocida como Los Vampiros. Resulta notable por ser completamente distinta del resto de seriales de la época. Phillip no es un personaje de acción y los capítulos no acaban con el consabido cliffhanger. En cambio, la trama es bastante más elaborada con unos personajes secundarios más definidos y no tan encajonados en héroes y villanos. Destaca sobre todo el personaje de Irma Vemp (Musidora), una seductora villana que se pasea por la pantalla con apretados trajes de licra y que será la precursora de la femme fatale.


Debido a su carácter turbio, en su época fue despreciada por los críticos y tuvo escaso éxito. Sin embargo hoy se la ve como una obra fundamental en el establecimiento de uno de los grandes pilares cinematográficos: el cine negro.

Extras


Fuentes

- Historia del Cine. Román Gubern. Editorial Lumen. 2003

#2. Asalto y robo de un tren / The Great Train Robbery (1903)


Ficha técnica: IMDB Wikipedia  Filmaffinity
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Restantes: 937
Vista en: 2008.
Lugar: -

Este artículo forma parte de una serie de monográficos sobre los Orígenes del Cine. Pueden ver la primera parte en este enlace.

Orígenes II: Nacimiento del Cine Americano

Como ya dijimos anteriormente, la invención del cinematógrafo fue una labor muy compleja que no puede ser atribuida a un solo individuo. Los hermanos Lumière son considerados los padres del cine en la mayor parte de Europa pero si le preguntamos a alguien del otro lado del charco sin duda nos dirá que el cine lo inventó Edison.

El mago de Melo Park
Sin embargo Thomas Alva Edison, conocido como el mago de Menlo Park, rara vez inventó algo en solitario a no ser que fuera el I+D industrial. Edison tenía en nómina a nutrido grupo de investigadores de todas las áreas científicas conocidas. El trabajo del mago consistía pues en orientar las investigaciones, organizar grupos de desarrollo y explotar comercialmente los avances que sus trabajadores obtuvieran. En el caso del desarrollo del cinematógrafo, Thomas le asignó la tarea a William K. L. Dickson, un joven fotógrafo.

William K. L. Dickson
Dickson creó un aparato de grabación llamado Kinetógrafo que utilizaba un motor para arrastrar una película fotográfica de 35mm (que tiempo después se convertiría en el estándar de la industria).Pero lo más curioso desde el punto de vista actual era el aparato de proyección. Edison creía que la proyección de películas de forma individual sería mucho más rentable que la proyección en grupo. Así, Dickson desarrolló el Kinetoscopio , básicamente una caja con una película enrollada de forma cíclica con una mirilla individual. La máquina operaba con monedas y llegó a ser bastante popular en las ferias.

El extraño Kinetoscopio

En 1983, con el propósito de producir películas para su aparato, Edison construye el primer estudio cinematográfico del mundo. Se trataba de una barraca pintada de negro con un techo retráctil y montada sobre un eje sobre el que giraba para aprovechar la luz solar según el momento del día. El estudio recibió el sobrenombre de “Black Maria”. Las películas filmadas allí eran principalmente actos de vodevil: bailarinas, acróbatas, contorsionistas, e incluso, combates de boxeo. Todas ellas apenas duraban unos segundos a unos 25 centavos cada una (por si pensabas que lo del cine caro es algo de ahora).

La Black Maria

Pero todo cambió en 1986. Ese año uno de los operadores que habían enviado los Lumière a recoger tomas por el mundo y esparcir la “palabra fílmica”, llegó a los Estados Unidos. Felix Mesguich, que así se llamaba, mostró las maravillas del cinematógrafo francés a salas repletas de ansiosos espectadores. Las proyecciones en sala tuvieron un éxito atronador y convirtieron a Edison a la cultura de masas. Rápidamente, ordenó a su equipo que desarrollaran su propio proyector.  Los desacuerdos entre Dickson y su jefe durante este periodo llevaron al primero a abandonar la compañía y fundar su propia empresa cinematográfica, la Biograph. Por otra parte un emigrante inglés y un proyeccionista de barraca fundaron la Vitagraph.

Estas tres compañías se hicieron rápidamente con el mercado y en un año consiguieron expulsar a los operadores de los Lumière del país. Lo que le dejó total libertad para piratear impunemente las películas francesas. Respecto a los temas, las cintas americanas echaron mano a los mismos tópicos que ya vimos en el caso francés: documentales de la vida cotidiana, reconstrucciones históricas y religiosas, etc.

Uno de los géneros que más desarrollo tuvo en esto primeros tiempos fue el de la propaganda política. La Guerra Hispano-Americana (que nosotros conocemos como La Guerra de Cuba) acababa de estallar y rápidamente las recreaciones bélicas empezaron a surgir como las setas. Por supuesto nadie las reconocía como tales sino que se afirmaba que todas las escenas se habían grabado en plena acción. Se cuenta que una de las películas que recreaba la Batalla de Santiago en una bañera fue adquirida por el gobierno español como “documento histórico”.


Pero, sin duda, el género que más atrajo la atención del público fue el, quizás el más inherente a la condición humana.  William Heise, uno de los trabajadores de Edison, filmó un beso que formaba parte de una obra de teatro. La escena de apenas 40 segundos de duración causó un gran escándalo y fue tachado hasta de “bestial” por la prensa contemporánea. En muchos casos se recurrió a la policía para ejercer unos de los más tempraneros ejercicios de censura. Todo ello no impidió, claro está, que la gente abarrotara las salas ávidos de ver hasta qué punto podía llegar la indecencia cinematográfica. El erotismo en el cine se convertiría rápidamente en una floreciente industria.


El negocio del cine se desarrolló rápidamente y numerosas compañías y pequeños proyeccionistas surgieron por todo el país. Pero el hecho de que Edison se apropiara continuamente del trabajo de otros, no significaba que fuera a permitir que otros disfrutaran de “su invento”. El mago de Menlo Park inició una guerra judicial desproporcionada contra todo aquel que estuviera proyectando o rodando películas sin su consentimiento. Echando mano de legiones de abogados y brigadas policiales, clausuró y confiscó todo tipo de salas y aparatos. Los pequeños proyeccionistas quebraron llevando a familias enteras a la ruina. Muchos tuvieron que emigrar para eludir el asedio. Los que se quedaron proyectaban películas protegidos por grupos de pistoleros. En uno de los episodios más rocambolescos, técnicos de la Biograph y de la Vitagraph se liaron en una improvisada batalla campal por hacerse con la mejor posición para filmar un combate de boxeo (el término “derechos de emisión” todavía no estaba implantado). La guerra terminó en 1908 con la creación de la “Motion Picture Patents Company”, un trust formado por la Biograph, la Vitagraph, Edison, las francesas Star (Méliès) y Pathé y otras más pequeñas. El trust, radicado en Nueva Jersey, acabaría echando a los pequeños productores de la Costa Este y provocando indirectamente el surgimiento de Hollywood.

La Motion Picture Patents Company


Y sin embargo, el cine creció


El señor Porter
Pero volviendo al plano artístico, el hombre que más desarrolló el cine americano en esta época fue Edwin S. Porter. Este ex-marino naval era el principal desarrollador de películas de Edison. Porter aprendió mucho a base de copiar las obras europeas. Entendió el funcionamiento de los efectos especiales de Méliès, el montaje y, en general, como usar el cinematógrafo para contar una historia. Con todos esos elementos técnicos, Porter se embarcó en ambiciosos proyectos, nunca intentados hasta ese momento.

En Life of an American Fireman usó diversas escenas de archivo sobre el trabajo de distintos cuerpos de bomberos del país para narrar el salvamento de una mujer y su hija de un edificio en llamas. Aspectos notables de este film son la utilización del “recorte” para representar el sueño del primer bombero y el primer plano funcional de la alarma.


Todos esos elementos confluyen con mayor dramatismo en la que es, sin lugar a dudas, su obra más famosa y que es la segunda entrada en la lista, Asalto y robo de un tren (The Great Train Robbery). Con unos asombrosos (para la época) 10 minutos de duración, la cinta narra el asalto a un tren por parte de unos forajidos. Se trata de la primera película del Oeste y se compone de 14 escenas con varios cambios de escenario. La película es notable por ser un primer ejemplo de montaje alterno (la acción se alterna entre dos escenas que transcurren al mismo tiempo), el uso de un primer plano dramático (la última escena donde el bandido dispara a la cámara y que debió de provocar más de un sobresalto a algún espectador) y el uso de la profundidad en la persecución a caballo. Además aunque la mayor parte de las escenas están rodadas con cámara fija (en plan teatro filmado) hay algún intento de movimiento como cuando la cámara se mueve por el bosque para descubrirnos los caballos.


Pero quizás lo más relevante de la película es que no se trata ya de encender la cámara y esperar a que algo ocurra (como las escenas naturales de los Lumière) o de utilizarla sólo para hacer trucos de magia (como Méliès); aquí hay ya una voluntad de desarrollar una historia, de utilizar el cine como herramienta para contar algo y no como un fin en sí mísmo.

La película fue un gran éxito y provocó una avalancha de imitaciones e incluso el propio Porter se auto-parodió rodando una versión de la misma con niños en The Little train robbery.

Extras


Fuentes

- Historia del Cine. Román Gubern. Editorial Lumen. 2003

#740. Hannah y sus hermanas / Hannah and her sisters (1986)


Ficha técnica: IMDB Wikipedia  Filmaffinity
Vistas: 63
Restantes: 938
Vista en: 2013.
Lugar: En casa.

"For all my education, accomplishments, and so called 'wisdom', I can't fathom my own heart./A pesar de toda mi educación, logros y sabiduría, no puedo entender mi propio corazón"

WOODY ALLEN V. Reminiscencias y resentimientos.
(cuarta parte) (sexta parte) 

HANNAH Y SUS HERMANAS (1986)


La película narra la historia de tres hermanas. Hannah (Mia Farrow) es una devota esposa y madre de varios críos. Lee (Barbara Hershey) es un poco bohemia y siente atracción por el mundo intelectual. La tercera hermana, Holly (Diane West), exhibe una gran inseguridad y una falta absoluta de auto-confianza que le impide tener éxito en sus distintos proyectos profesionales. Las tres se quieren mucho pero son incapaces de ver las necesidades afectivas de las demás.

Hannah está complemente entregada a los demás. Ayuda a sus padres cuando éstos se pelean, ayuda a Holly económicamente y dándole consejos y abandona su carrera en el teatro para cuidar de sus hijos. Tanta devoción es quizás vista por los demás como una exhibición de soberbia. En realidad, Hanna tiene problemas propios y una gran falta de afecto pero no lo exhibe por no molestar a los demás. Debido a esto todos la toman por doña perfecta.

El principal afectado de la actitud de Hannah es su marido Elliot (Michael Caine). Éste empieza a sentirse atraído por Lee quizás como respuesta a la frialdad de su mujer. Así intenta seducir a Lee para cubrir esa falta de afecto pero no está dispuesto a romper su matrimonio ni a dejar a Hanna, la mujer de la que verdaderamente está enamorado.

Por su parte Lee pasa por la situación inversa. Convive con Frederik (Max von Sydow) un ermitaño y huraño artista que no tiene casi relación con el exterior. Como él dice Lee es su único contacto con la Humanidad, lo que hace que ella se sienta muy presionada.

Elliot y Lee

En cuanto a Holly, es una bala perdida que intenta enderezar su vida inútilmente con proyectos que no llevan a ningún sitio debido a su falta de confianza. Su relación con Hannah es especialmente tensa. Holly considera que los prudentes consejos de su hermana sobre sus vaivenes vocacionales están orientados a cortarle las alas (lo que se contradice por el hecho de que Hannah siempre la apoye económicamente). Lo que Hannah ignora quizás es que lo que Holly necesita es más apoyo emocional que otra cosa.

Mickey (Woody) y Holly

Aparte de la trama principal, Woody Allen, en su primera aparición como secundario, protagoniza una divertida subtrama sobre un neurótico e hipocondríaco guionista de Nueva York que se acaba obsesionando con la muerte. Un interesante análisis de este apartado se puede encontrar en el segundo capítulo del libro “Lo que Sócrates diría a Woody Allen” de Juan Antonio Rivera.

Formalmente, Hannah y sus hermanas sigue la línea de Annie Hall. Sin llegar a ser una comedia, no es tampoco un drama profundo al estilo de Interiores (protagonizada también por tres hermanas). En la película abundan las larguísimas secuencias con los actores entrando y saliendo de plano y los soliloquios interiores. Un estilo con el que el director se siente cada vez más cómodo. Por otro lado, debido a que Gordon Willis estaba rodando Esta casa es una ruina, Allen contrata a Carlo DiPalma como director de fotografía. Carlo sustituye los extraordinarios planos paisajísticos de Willis por otros más funcionales y centrados en los personajes (más a la europea).

Madre e hija en el mismo plano

La película se rodó en casa de Mia Farrow y sus hijos adoptivos aparecen en la película. Además su madre Maureen O'Sullivan hace de madre de Hannah.

“Me producía una sensación extraña estar rodando escenas en mis propias habitaciones…, mi cocina, mis cazuelas, mis propios hijos pronunciaban alguna frase […] Unos años después estaba en la cama cambiando de canales cuando justo en ese momento sintonicé por zar mi dormitorio en la televisión, la misma cama en la que me encontraba y yo misma. Incluso el televisor en el televisor. Creo que dejé escapar un grito.”

Hannah y sus hermanas supuso el mayor éxito para su director desde Annie Hall. Recaudó entre 35 y 40 millones de dólares y estuvo nominada a 7 Óscars de los que ganó 3: actor principal (Michael Caine), actriz de reparto (Dianne Wiest) y guión original (que significó el tercer óscar para Allen).



DÍAS DE RADIO (1987)


Joe, un chico de clase obrera, narra anécdotas de su infancia y su familia en un barrio costero de Nueva York y de su especial relación con los programas radiofónicos de la época.

Se trata de una película compilada en base a los recuerdos de Woody Allen sobre su infancia. A través de los ojos del joven Joe, intuimos cómo era la vida familiar de Woody.
    “[…] una gran parte está basada en una visión exagerada de mi infancia. […] Mi relación con los profesores del colegio era así. Mi relación con la radio era así. Lo mismo en cuanto a la escuela hebrea. Y solíamos ir a la playa a buscar aviones y barcos alemanes. Y sí que tenía una tía que siempre entablaba relaciones con los hombre equivocados y nunca podía casarse.”
En principio Allen se planteó la película como una colección de canciones que escuchaba de niño donde cada una provocaba un recuerdo diferente. Esa idea acabó evolucionando a medida que los personajes iban tomando cuerpo y la cinta se acabó convirtiendo en una historia coral creada a base de escenas auto-contenidas sin un argumento lineal pero unidas por una temática común.

La radio en los 40, un fenómeno de masas

 Esa temática es la radio que siempre está encendida. En ella se podían escuchar temas de Cole Porter o Benny Goodman, seriales y programas de variedades sobre gente acomodada que permitían a las clases más humildes, sumergidas en la Gran Depresión, soñar con una vida mejor e incluso noticias sobrecogían a toda la nación como en la historia de la niña que se cayó a un pozo. Resumiendo, la película narra cómo la radio suponía un elemento de cohesión familiar y de contacto con el exterior.

El extenso reparto que trabajó en la película incluía tanto a actores muy reconocibles como Jeff Daniels o Danny Aiello como a actores aficionados. El chico que hacía de Joe era Seth Green y fue su primer papel en la gran pantalla. Woody se sentía cómodo trabajando con actores primerizos como ya vimos en el caso de Nick Apollo Forte en Broadway Danny Rose. Según él “a veces los aficionados o los actores que no han actuado nunca son mejores que los profesionales”.

La "familia", formanda principalmente por actores aficionados

Entre los habituales de Woody encontramos a Dianne Wiest, que repite por tercera vez con el director y de nuevo haciendo de mujer insegura con mala suerte en las relaciones amorosas, Diane Keaton, que hace un cameo al final cantando una canción, y Mia Farrow, que, en la misma línea que Allen en la película anterior, tiene una trama secundaria como una joven aspirante a estrella radiofónica.
En general, es una película entrañable que deja buen sabor de boca pero que quizás le falte algo de cohesión. La cinta no funcionó demasiado bien en la taquilla americana pero mejoró algo en Europa. Tuvo dos nominaciones a los Óscars por guión y dirección artística.


 

SEPTIEMBRE (1987)


Lane (Mia Farrow) es una chica que se recupera de un intento de suicidio en su casa de verano. Durante el tiempo que ha pasado allí ha establecido relación con una serie de personajes muy diferentes: un escritor en apuros, un vecino viudo que se siente atraído por ella y una amiga que está pasando unas vacaciones lejos de su familia. La película empieza a principios de Septiembre cuando todos ellos tienen que plantearse volver a seguir con sus vidas.

Aunque el director nunca ha ofrecido una respuesta clara sobre el origen del título, podemos especular su sentido a partir de los datos que ofrece la propia película. Septiembre es el mes en el que la realidad se impone. Tras pasar un verano lleno de sueños e ilusiones (Peter espera acabar la novela y seducir a Stephanie, Howard quiere atraer a Lane, Stephanie quiere huir de su situación familiar..) llega Septiembre y la vuelta a la realidad: Peter se da cuenta de que no es capaz de avanzar con el libro, Lane está en paro y tiene que vender la casa y Stephanie tiene que volver con su marido y sus hijos. Así pues Septiembre habla de nuevo del conflicto entre los sueños y la realidad, de las esperanzas frustradas por los deberes cotidianos. Un tema habitual en el director y que ya vimos en su mayor esplendor en La Rosa Púrpura del Cairo.

Mia Farrow y Denholm Elliott

La película se desarrolla con un esquema casi teatral. Todas las escenas se ruedan dentro de la casa (que es una réplica en estudio de la casa de verano de Mia Farrow). El peso de la historia cae casi en exclusiva en la fuerza de las interpretaciones individuales. Unas interpretaciones que están a la altura del desafío. Podemos ver a una desgarrada Mia Farrow, mucho menos contenida que habitualmente, y a una gran Dianne Wiest, que sabe transmitir el conflicto interno de Stephanie entre su amor naciente hacia Peter y la lealtad hacia su amiga y su marido. Por último, Sam Waterston también brilla haciendo un papel mucho más emocionalmente vulnerable de lo que se estila en los papeles masculinos del cine americano tradicional. También merece una mención especial Elaine Stritch, la excesiva madre de Lena y estrella de cine en decadencia.

A pesar de la aparente simplicidad de la cinta, el rodaje duró 9 meses. Tras haberla rodado con un reparto diferente, Woody se dio cuenta en la sala de montaje de que no le gustaba el resultado y decidió volver a rodarla entera con otro elenco. El presupuesto se elevó hasta los 10 millones. Sólo un tercio menos que Día de Radio que contaba con 10 veces más actores y muchos más escenarios. La película además fue el mayor fracaso en toda la carrera de Woody Allen. Menos de medio millón de personas fueron a verla en EEUU y en Europa, su tradicional salvavidas, tampoco entusiasmó. Es una de sus pocas películas que no recibió ningún premio o nominación.


OTRA MUJER (1988)


Una mujer (Gena Rowlands) que acaba de cumplir la cincuentena se retira a un apartamento para escribir un libro. Una vez allí se da cuenta de que vive pared con pared con la consulta de un psiquiatra y que a través de la ventilación puede oír las intimidades de los pacientes. Un día le despierta una voz femenina especialmente angustiada. Se trata de una chica (Mia Farrow) que acaba de intentar suicidarse. Poco a poco a través de las confesiones de ésta, la escritora empieza a comprender cosas de su propia vida que antes trataba de ignorar y empieza a ver el mundo que le rodea de otro modo.

La película trata de una epifanía vital. Marion ha llevado una vida cómoda, eligiendo siempre la opción más sencilla y manteniendo alejadas a las relaciones personales más complicadas. Una obsesión sobre el control de sus emociones que la ha hecho quedarse cada vez más sola. A cambio, ha conseguido éxito profesional y un matrimonio estable pero entonces se da cuenta de que eso no le llena y siente que ha desperdiciado su vida.

Gena Rowlands

Mia Farrow (embarazada del primer hijo de Allen) hace aquí el papel conejo blanco que la guía a Marion a través de sus recuerdos y la lleva a enfrentarse cara a cara con mundo que ella misma ha creado. Y para este viaje Allen usa toda una serie de artificios que, aunque han aparecido con anterioridad en su filmografía, nunca a esta escala. La protagonista no sólo recuerda escenas de su pasado sino que interacciona con esos recuerdos y mantiene su aspecto actual. Además abundan las escenas oníricas en las que ella observa su vida desde fuera. La línea entre la realidad y la imaginación es tan difusa que no queda claro si la chica embarazada fue real o un sueño subconsciente.

La película apenas recaudó un millón de dólares, lo que supuso el segundo fracaso consecutivo para el director. Sin embargo, con el tiempo se ha convertido en una de las películas más alabadas.


EDIPO REPRIMIDO (HISTORIAS DE NUEVA YORK) (1989)


Terminado el rodaje de la anterior, Woody propone un curioso proyecto a su productor. Se trata componer una película con cortometrajes de varios directores. En principio ésta iba a contar con el propio Allen, Martin Scorsese y Steven Spielberg, que fue sustituido a última hora por Francis Ford Coppola por problemas de agenda.

El experimento le da la ocasión a Woody de volver a la comedia pura tras dos dramas muy densos. En Edipo reprimido el director da vida a un hombre atormentado por su madre. Un día esta desaparece en un espectáculo de magia dándole cierta tranquilidad a su vástago. Sin embargo, ésta reaparece proyectada en el cielo de Nueva York. Este efecto pone de manifiesto los problemas de Allen al trabajar con presupuestos muy bajos:

“Siempre que tengo de hacer un efecto especial resulta un problema, porque no puedo permitírmelo. […] cuando la gente a la que se le da bien, como Steven Spielberg o George Lucas, hacen estas cosas, tienen bastante dinero y hacen pruebas. Se gastan más dinero en pruebas para hacerlo bien del que yo me gasto en media película o algo así. Y lo consiguen maravillosamente. Como yo nunca tengo dinero para hacerlo correctamente, siempre hago la versión de la planta de oportunidades.”

 
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