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Vista en: 2009
Lugar: No quieras saberlo
Llegados a este punto debo haceros una confesión. En realidad, llevaba ya algún tiempo con la lista antes de empezar con el blog. Actualmente, debo de andar por las 80 películas. A partir de ahora, cuando no haya visto ninguna película nueva, escribiré sobre una de éstas para dejar constancia. El objetivo es tener 1001 post para 1001 películas. Para distiguir las películas vistas con anterioridad a la creación del blog, les pondré la etiqueta [PRE-BLOG] delante del título. Todo esto viene a cuento de que anoche estaba demasiado cansado para ver nada, así que hoy rescataré una de esas películas: Amanecer de Murnau.
He empezado por ésta porque cuando la ví me gustó mucho. Se trata ni más ni menos que la primera película en ganar el oscar a Mejor Película (allá por 1929). La historia está estructurada en tres actos como el teatro clásico: tragedia, comedia, tragedia. La maestría de Murnau está en llevar al espectador de un estado emocional a otro sin parecer un cambio demasiado forzado. De hecho, el mundo real no parece existir mientras la ves, sólo el universo arrebatado de tétricos parajes, enormes ciudades, oscuros y atenazadores lagos que Murnau pone en escena. Un mundo desfigurado por las emociones de los protagonistas que son parejas a las del espectador gracias a la extraordinaria actuación de George O'Brien y, sobre todo, de Janet Gaynor. Ella es uno de los pilares fundamentales de la película. Su actuación tanto en ésta como en la película Septimo Cielo (otra película muy interesante también), le valió un merecido Oscar.
Un último apunte. La película es muda pero en momento de la película, cuando el Hombre está buscando a la Esposa, sus gritos son simulados con una bocina (este recurso volverá a usarse en la versión muda de Tabu). A mí esa bocina, me recordaba al lamento de un cisne lastimero. Supongo que soy un sentimental pero ¿quién podría quedarse impertérrito antes semenjante torrente emocional?
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