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Días: 27
Vista el: Martes, 30 de Marzo de 2010
Lugar: En el DVD de casa.
"A posse is an animal that moves like one and thinks like one.[...] And after riding a few hours they don't care much WHO they hang.
Una partida es como un animal, se mueve como uno y piensa como uno.[...] Y depués de cabalgar unas horas no les importa mucho a QUIÉN colgar."
Hoy, seguimos con otra película del Oeste. Aunque seguramente muchos no la considerarían como tal.
El Johnny del título es un artista que viaja por el Oeste americano con su guitarra como única arma. Pero, en contra de lo que pueda parecer, él no es el protagonista de la cinta. Ese papel recae en Joan Crawford como Vienna, la propietaria de un casino que contrata a Johnny, en principio para actuar en su local. El casino está en medio de la proverbial nada, salvo por un pueblecito cercano. Los "castos" habitantes del pueblecito no se siente muy contentos de tener tal antro de perversión tan cerca pero miran aún con peores ojos los proyectos futuros de su propietaria de construir una estación de ferrocarril junto al mismo. La más resuelta de este grupo de preocupados ciudadanos es Emma Small, una devota líder de la comunidad cuyo noble sueño es ver arder el casino hasta los cimientos y a su dueña colgada de un árbol bien alto. Todo por el bien de todas las almas de la comunidad.
Enseguida la película se encamina por sendas más románticas al revelarse que Johnny es en realidad un antiguo amante de Vienna y que la razón principal del odio de Emma por ésta es que desea a Kid, un bailarín de mala vida y actual novio de Vienna.
La trama se enreda cuando Kid se ve empujado al bandidaje dando una excusa a Emma para lanzar a las masas enfurecidas contra Vienna.
La película es un duelo interpretativo entre las dos únicas actrices de la película. Emma Small, interpretada por Mercedes McCambridge representa el mal en estado puro. No le importa engañar o traicionar con tal de saciar su sed de sangre. Su cara es en todo momento una mueca odio salvaje y descontrolado, salvo cuando está a punto de alcanzar sus objetivos cuando exhibe un ansia desmedida casi lasciva. De punto de vista resulta uno de lo "malos" más siniestros de la historia del cine. Enfrente está Vienna, la "buena" de la película. Sin embargo, ella tampoco tiene un carácter agradable, es una mujer hecha a sí misma que no pide ni desea ayuda de nadie (salvo de Johnny a quién necesita por motivos más íntimos que la mera defensa personal). Sin duda es la verdadera "cowboy" de este extraño Western.
La rivalidad de las actrices era completamente real ya que, según se cuenta, Joan Crawford no soportaba que una actriz joven como Mercedes McCambridge le robara protagonismo.
La temática de la película es también muy interesante. De nuevo, el tren representa la modernidad y el progreso, pero donde en la anterior película eso se traducía en fortuna y prosperidad, aquí produce miedo y odio. Miedo al fin de una forma de vida ("¡Granjeros!¡Sucios granjeros!") y odio al forastero de extrañas costumbres (¡qué poco hemos cambiado es este aspecto!).
Es, en definitiva, una reflexión profunda de la intolerancia, la hipocresía y de como la masa se convierte en turba en el momento en el que la razón es barrida por las emociones más bajas del ser humano como la ira, el odio o el miedo.
Para terminar, quiero rescatar la que seguramente sea una de las más extrañas escenas de toda la historia del Western: un duelo al sol entre dos mujeres.
Sin duda, una película única e imprescindible.
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