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Días: 50
Vista en: Miércoles, 28 de Abril de 2010.
Lugar: No quieras saberlo.
"[...] men learn to love the person that they're attracted to, and [...] women become more and more attracted to the person that they love./
[...] los hombres aprenden a amar a la persona por la que se sienten atraidos, y [..] las mujeres les atrae cada vez más atraídas por la persona a la que aman."
Una película sobre cuatro almas a la deriva. Cada una tiene una actitud diferente frente al sexo. Y sobre sexo trata la peli; pero más allá de eso, trata sobre las relaciones humanas y dolor que causamos a los demás sin darnos cuenta.
Ann es una frustada ama de casa que es infeliz en su matrimonio. Está sexualmente reprimida, lo que le provoca un comportamiento obsesivo. Cuando la película comienza, la encontramos en la consulta del psiquiatra Está interpretada por Andie McDowell.
John es el marido de Ann. Prototipo machista donde los haya, parece necesitar el sexo para reafirmar su virildad. Como Ann no puede satisfacer sus necesidades, le es infiel con su hermana. Al menos esa es su versión; aunque se puede intuir que le hubiera sido infiel de todos modos ("Si hubiera sabido lo que le atrae un anillo a una mujer, me hubiera comprado uno con 18 años y no hubiera perdido tanto el tiempo"). Está interpretado por Peter Gallagher.
Cynthya es la hermana de Ann. Siente una necesidad casi patológica por el sexo, pero lo que realmente la excita es el riesgo y el morbo de acostarse con el marido de Ann, a la que desprecia. Este desprecio puede provenir quizás del hecho de que ésta se pase la vida criticando su liberal estilo de vida ("Quisiera poder contarle a todo el mundo que la perfecta Ann es un desastre en la cama"). Está interpretada por Laura San Giacomo.
La vida de estos tres individuos se verá alterada por la llegada de Graham, un personaje bohemio con un extraño hobby: grabar en video a mujeres hablando de sus experiencias sexuales. Está interpretado por James Spader.
Debo decir que a pesar que las relaciones sexuales son el tema sobre el que que se articula toda la cinta, la película no contiene una sóla escena que pueda se calificada "de adultos". Todo queda sugerentemente implícito y algunas escenas resultan más sugestivas por este hecho.
Pero la película también habla de mentiras y no sólo las mentiras que contamos a otros, sino las mentiras que nos contamos a nosotros mismos. Mentiras que nos contamos porque la realidad nos parece demasiado dolorosa o porque asumir la verdad sería reconocer que estamos equivocados. Por ejemplo, Ann se miente a si mísma al decir que no necesita el sexo y John se miente al responsabilizar a Ann de sus infidelidades.
El recurso de las cintas de video, lejos de ser algo sucio, es casi terapéutico. Los personajes cuando se ponen delante de la cámara cambian, se enfrentan a sus temores y se desprenden del lastre del autoengaño.
La peli es especialmente relevante porque supuso el despegue de las carreras de Steven Soderbergh, Andie McDowell y James Spader (estos dos hacen un papel realmente excelente) y, además, inició el boom del cine independiente de los noventa.
Una película muy recomendable para quien le interese otro tipo de cine.
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