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Restantes: 990
Días: 26
Vista el: Lunes, 29 de Marzo de 2010
Lugar: En el DVD de casa.
Una típica peli del Oeste y a la vez no tan típica.
Tenemos a un lonesome cowboy pero que en vez de caballo o revólver luce una armónica. Tenemos a un malo pero que lejos de jactarse de sus crímenes intenta echarle el muerto (en realidad, los muertos) a otro. Tenemos a la chica que lejos de ser la pura y virginal damisela en apuros es una prostituta con miras más materiales. Y por último tenemos a un forajido profesional haciendo de voz de la conciencia.
La película tarda en entrar (principalmente, porque se mueve al ritmo de un caracol con cojera) pero luego se va animando hacia la mitad. Por tanto es una peli para ver sin prisas y echar una tarde de buen cine del Oeste.
La trama gira alrededor de la propiedad de unos terrenos que ocultan un valioso secreto. En la disputa entran Henry Fonda como asesino del propietario, Claudia Cardinale como viuda de éste, Charles Bronson que persigue a Fonda armado con una armónica y Jason Robards como un conocido maleante que es acusado de los asesinatos. Todos ellos hacen un papel magnífico, aunque me gustaría resaltar el personaje de Robards como un lacónico forajido que parece estar de vuelta de todo.
El film es interesante porque los personajes son imprevisibles y, lejos de la estereotipación habitual del género, evolucionan durante el metraje.
Personalmente, me encanta la utilización recurrente de una escena retrospectiva que va cobrando más sentido conforme avanza la película, revelándose de forma espetacular en el clímax de la película.
Está dirigido por Sergio Leone y es el comienzo de su segunda trilogía (tras la Trilogía del Dólar). Esta trilogía pretende mostrar la evolución del Oeste norteamericano desde la época de su primera trilogía hasta los años de la Ley Seca. Una transformación hacia la modernidad que viene representada por el avance del tren que en esta película todavía está por llegar pero que será una constante en la segunda película, ¡Agáchate, maldito!.
La segunda película esta enclavada en Baja California a principios del siglo XX. También es una película larga y lenta pero merece la pena verla con calma porque ofrece una interesante reflexión sobre las revoluciones. Muchos de los recursos estilícos del primer film se vuelven a usar en el segundo; como la escena recurrente en retrospectiva y algunos de los rasgos de los personajes. La comento aquí para dejar constancia porque no está en la lista.
Ya volveré sobre esta trilogía cuando comente la tercera película, Érase una vez en América (que aún no he tenido ocasión de ver).
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